Mark Sheldon / MLB.com
La temporada del 2020 fue muy distinta a cualquier otra que se haya jugado, pues no hubo fanáticos en las tribunas. Pero algunos jugadores tampoco tuvieron a sus familias consigo. Y pocos en los Rojos sintieron esa ausencia más que el tercera base venezolano Eugenio Suárez, quien tuvo un año por debajo con el madero.
“Para mí, fue más duro porque mi familia no estaba conmigo. Quería a mi familia de vuelta, quería ese apoyo y quería el apoyo de los fanáticos”, dijo Suárez el miércoles. “Cuando ves hacia atrás, no tuve un buen año. No me siento feliz con la temporada pasada. Hablo de mí, no del equipo. Llegamos a los playoffs y todo eso. Pero yo soy mejor que eso. Yo no soy un bateador de .200”.
En 57 partidos, Suárez bateó .202/.312/.470 con 15 jonrones, 38 empujadas y OPS+ de 102. Pero esos números fueron después de que empezara bateando .118 con dos cuadrangulares y 25 ponches en 82 visitas al plato durante los primeros 20 encuentros.
Suárez pudo ordenar carteles con fotos de su familia para poner en los asientos del estadio y eso lo hizo sentir un poco mejor. Eventualmente pudo pedir un permiso de paternidad para viajar al sur de la Florida y estar en casa cuando su esposa dio a luz a su segundo hijo.
Una vez terminó la campaña, Suárez se concentró otra vez en mejorar y ponerse más fuerte físicamente. Rebajó 15 libras dejando de ingerir carne, pasta, arroz y cerveza, prefiriendo pollo, pescado y quinoa. Estaba notablemente más delgado cuando arribó al complejo primaveral.
“Ahora mismo me siento muy bien. Siento que mi cuerpo está muy bien y mi energía bien alta”, expresó Suárez. “Ésta es una nueva versión de mí. Trabajé tan duro en el invierno que quiero ver qué resultados me trae todo ese trabajo duro. Creo que éste será mi año. Este año será mejor que el año pasado”.
Suárez, de 29 años, tampoco tiene que lidiar esta vez con un hombro en rehabilitación. Tuvo que operarse el hombro derecho el 28 de enero del 2020 para remover un cartílago suelto tras un accidente en su piscina. El hombro ya está completamente saludable y estable.
“Mi cuerpo ahora mismo se siente bien. Me siento súper saludable, y quiero seguir así y no perder mi poder”, dijo. “Incluso si pierdo peso, no creo que vaya a perder mi poder. Mi poder está ahí y me siento sano”.
La del 2020 fue una temporada rara para Suárez desde el punto de visto estadístico. Tuvo un BABIP de .214, casi 100 puntos por debajo del .310 que tiene de por vida. Su tasa de macetazos fue de 14%, la mejor de por vida para él y la 16ta mejor en las Mayores. También tuvo un slugging esperado de .522, 52 puntos mejor que su slugging real.
El manager de los Rojos, David Bell, tiene previsto mantener a Suárez en medio de la alineación. El año pasado el venezolano bateó de cuarto casi siempre.
“Es alguien que hace mucho daño. Cuando pone la bola en juego, normalmente produce carreras”, expresó Bell. “Las expectativas son altas y los mejores jugadores siguen elevando su juego. No es fácil. Eso dice mucho de ‘Geno’. Definitivamente, es alguien en nuestro equipo que cumple ese papel y lo ha hecho de forma muy exitosa por varios años”.
Durante la campaña del 2018, en la que fue al Juego de Estrellas, Suárez dio 34 vuelacercas y tuvo un OPS+ de 136, el mejor de su carrera. En el 2019, disparó 49 bambinazos (otro tope personal y récord para venezolanos) mientras ligaba para .271/.358/.572 con 103 empujadas y OPS+ de 132.
“Este año, mi meta es romper mi propio récord”, dijo Suárez. “Este año creo y siento que será una temporada especial para mí. Voy por 50 jonrones. No sé si lo voy a lograr o no, pero voy por 50”.
Ya saben cuáles son las metas de Eugenio para 2021. https://t.co/WzVuDyWoYO pic.twitter.com/q4s5lFB5kX
— LasMayores (@LasMayores) February 25, 2021