Prensa LVBP – Tiburones de La Guaira derrotó la noche del jueves 7-5 a Cardenales de Lara en el tercer encuentro de la Gran Final de la temporada 2023-2024 de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP), un resultado que dejó la serie 3-0 por lo que está a un paso de conquistar el cetro. Algo que ilusiona mucho a uno de sus principales referentes: Alcides Escobar.
El infielder, de 37 años de edad, nació el 16 de diciembre de 1986, es decir, al término de un calendario que arrancó en un recordado enero en el que los escualos alzaron el último de sus siete trofeos de la LVBP. Por esa razón, acabar con la sequía más larga del circuito invernal patrio le permitiría materializar su principal sueño.
“Ganar un título con Tiburones de La Guaira representaría muchísimo para mí. Es el equipo que llevo en mi corazón y sé que, de concretar esa meta, se convertiría en un momento muy especial para mi carrera”, señaló Escobar en un diálogo con Gregorio Rojas, periodista de Venevisión, luego del reciente cotejo celebrado en el Estadio Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto, donde este sábado los salados tendrán el chance de coronarse siempre. El infielder cree que obtener el éxito no será sencillo, pues Lara está decidido a evitar una barrida en la serie decisiva, pautada a un máximo de siete enfrentamientos.
“Salir victoriosos como visitantes en el reciente juego en Barquisimeto fue especial, porque ahora tenemos una ventaja de 3-0 y necesitamos un triunfo más para salir adelante en esta exigente prueba, pero no debemos confiarnos demasiado porque todavía nos falta completar la tarea y eso no va a ser fácil. Los peloteros sabemos que esto no ha terminado, aunque ahora mismo la presión estará del lado Cardenales porque estará obligado a ganar”, explicó en conversación con Carlos Colón, comunicador social perteneciente al staff de Meridiano.
El jugador de cuadro interior, que disputó 13 torneos en la Major League Baseball (MLB) y también tuvo pasantías por los principales circuitos de Japón (NPB) y México (LMB), parece destinado a romper maleficios de algunos clubes tanto de Venezuela como del exterior.
En el Big Show formó parte de Reales de Kansas City que se consagró en la campaña 2015 de la MLB, para poner fin a tres décadas de amargura, que incluyeron una debacle 4-3 en la Serie Mundial 2014 ante Gigantes de San Francisco. Kansas City regresó al Clásico de Otoño en 2015 y despachó 4-1 a Mets de Nueva York para consagrarse por segunda y última vez.
Existen paralelismos entre aquella versión de Reales y esta de Tiburones, algo que demuestra que en algunas ocasiones el deporte puede ser cíclico, aunque parezca inverosímil.
Kansas City se proclamó monarca de la MLB en el Citi Field, hogar de los citadinos, y ahora La Guaira tiene el chance de hacerlo el fin de semana en el Nido Crepuscular, algo que despierta la motivación de un beisbolista oriundo de La Sabana que aseguró que levantar una copa de la LVBP en este curso, sería tanto o más importante que reinar en un Clásico de Octubre.
“Cuando estás en Grandes Ligas, ser campeón de una Serie Mundial representa el mayor de los sueños para cualquier pelotero, pero tener el chance de dar la ‘vuelta olímpica’ en tu país con Tiburones, el equipo del que siempre he sido fan, es todavía más especial. Lo digo porque sé que hay muchos seguidores de La Guaira que están pendientes de esta Gran Final. Mi meta, al igual que la de mis compañeros, es darle el gallardete a una fanaticada que se lo merece por su inmensa fidelidad hacia nuestro club”.
Hasta el momento, Escobar –que en su juventud laboró como campocorto para Reales en la Gran Carpa-, ha hecho lo que ha estado a su alcance, para colocar a la tropa litoralense en una posición inmejorable en la etapa cumbre de la LVBP.
Según las estadísticas oficiales de la LVBP, en los primeros tres desafíos de la batalla por la diadema, el camarero exhibió un average de .273 luego de conectar tres hits en 11 turnos, todos sus imparables fueron dobles. También empujó un par de carreras y anotó tres, para responder a la confianza del mánager Oswaldo “Ozzie” Guillén quien lo alineó como segundo en el orden ofensivo de La Guaira.
Este intermedista, que en la MLB también lució las casacas de Cerveceros de Milwaukee y Nacionales de Washington, se siente muy cómodo a la hora de cumplir la misión encomendada por Guillén quien pretende inscribir su nombre en las páginas doradas de Tiburones, al erigirse como el capataz que le dé su octava tiara.
“Me siento feliz porque durante toda mi carrera en las Grandes Ligas, siempre laboré en el primer o segundo lugar del orden de ataque. Por ese motivo, sé que mi trabajo es estar presto para efectuar toques de bola, ejecutar acciones de bateo y corrido o simplemente hacer lo posible para mover a los corredores. Es algo que me gusta de mi trabajo y hasta el momento, todo ha salido muy bien”, agregó el ex grneiga que en Japón prestó sus servicios para Golondrinas de Tokio Yakult y en México defendió los intereses tanto de Leones de Yucatán como de Acereros de Monclova.
El talento como toletero de Escobar no se apreció únicamente en la última instancia, pues despuntó con el madero tanto en la ronda regular como en el Round Robin.
En la primera vuelta, participó en 38 choques y golpeó .305 (de 141-43) con seis dobletes, un triple, 13 fletadas y 21 marcadas. Exhibió un OBP de .359, un slugging de .362 y un OPS de .721. En el Todos Contra Todos, tuvo un rendimiento superior con la estaca. Sonó .313 (de 48-15) en una docena de partidos, en los cuales sacudió un par de biangulares, remolcó cuatro rayitas y registró nueve. Presentó un OBP de .365, un slugging de .354 y un OPS de .719.