Prensa Aragua FC.- El nueve de febrero de 2019, en horas de la mañana, por la cabeza de Andrés Farreras pasaba de todo. Ese día, Aragua Fútbol Club recibiría al Zulia y el entrenador “Kike” García le dio la oportunidad de jugar desde el vamos a un joven que por vez primera se haría sentir como lateral derecho de un equipo que compite en Primera División. Su camino fue largo, pero más inmensas fueron las ganas de demostrar cuánto podía aportar para el club de sus amores. Hubo nervios, cierta tensión e inmensa emoción, estado acompañado de los que siempre ahí anduvieron, persiguiendo los pasos del pequeño soñador formado en el Centro Hispano F.C.
Ha pasado casi dos años desde aquel inolvidable momento y la ilusión de siempre estar presente, permanece intacta. Su deseo más grande es hacerse un nombre en Venezuela, para después dar un salto de calidad hacia otras latitudes, siendo parte de un grupo juvenil que en la institución aragüeña se les ha tenido en cuenta para trascender profesionalmente. Tiene sus esperanzas puestas en consolidarse dentro de la zafra 2021, pero sabe perfectamente lo mucho que debe esforzarse para que en la alineación titular su nombre aparezca siempre.
“Para conquistar metas tienes que entregarte al máximo y por eso, me quedo un tiempo más después de cada entrenamiento, porque quiero perfeccionar ciertas cosas. El proceso de adaptación al club ha sido bastante bueno, me siento como si estuviera en mi casa y eso hace que todo sea más fácil. Ponerse esta camiseta es un orgullo”, aseveró.
Farreras es visto con buenos ojos por parte de quienes hacen vida dentro de la organización y están encargados de aspectos técnicos, tácticos y futbolísticos. Los entrenadores entienden que se trata de un elemento con mucha proyección que, con el devenir de los acontecimientos, irá marcando diferencia a medida de lo que vaya aprendiendo, mejorando y demostrando.
“Kike García es un tipo que te puede transmitir muchas cosas en un solo concepto. A mí me enseñó a moverme dentro de la cancha para estar bien posicionado a la hora de defender y a su vez, preparado pensando en atacar. Además de eso, tiene una gran relación con los jugadores y eso ayuda mucho a que haya mucha unión grupal”, agregó.
A Farreras no se le olvida quiénes lo ayudaron a estar donde se encuentra: “tengo muchísimas personas a quienes agradecerles el hecho de siempre haber estado ahí. Primero, el esfuerzo que han hecho mis padres ha sido inmenso, además de mi tía Iraida y toda la familia del Centro Hispano de Aragua, donde hice grandes amigos como Roy Rengifo, Manuel Oliveira, Manuel Ciangherotti, Gaudys Nieves, Wilton Arreaza y René Vega. Los llevo conmigo a donde quiera que vaya, porque siendo un niño, jamás me dejaron solo”, expresó el defensor.
Listo para encarar un nuevo año, solo espera que la suerte y la buena salud lo acompañen siempre, para demostrar con sus botines cuán capaz puede ser de cumplir importantes metas. Es un ejemplo de constancia y trabajo con humildad, como un soñador que materializa objetivos mientras al mundo le demuestra que no existen imposibles, incluso contando con el inmenso respaldo de la persona a quien considera su ídolo dentro del balompié venezolano.
“Hay un jugador a quien admiro muchísimo porque es el mejor lateral derecho del país: César Urpín. Es un tipazo, que siempre está dispuesto a enseñar, ayudar y estar ahí. Siempre le desearé lo mejor y es un placer aprender tantas cosas de él”, concluyó, demostrando que, en medio de una sana competencia, siempre predomina el estar unidos.