PRENSA AFC. – Hace algunos años, César Acosta soñaba con convertirse en jugador de fútbol profesional, siendo apenas un niño que, desde Maracay, trabajaba entregándose al máximo sin tener demasiado claro los deseos del destino. Fue tan grande su anhelo de trascender como atleta, que dejó su ciudad natal para mudarse a Valencia y perseguir aquella meta no tan cerca de casa, pero como todo buen hijo, retornó a su hogar y lo hizo por la puerta grande: vistiendo el uniforme del Aragua Fútbol Club, elenco con el cual hace apenas días, firmó su primer contrato. Consumada la meta, viene ahora lo más importante: demostrar en cancha las por qué la Junta Directiva del club, presidida por la doctora Mary Romero y el Cuerpo Técnico del cuadro aragüeño, liderado por Enrique “Kike” García, confiaron en su ascendente talento. Todavía no hay certeza sobre cuándo iniciará la temporada 2021 de la Liga FUTVE, pero lo que nadie duda es que el extremo maracayero se encuentra listo para exhibir sus cualidades cada vez que reciba la oportunidad de demostrar esa valía al ataque.
Seguro de cada palabra pronunciada, haber entrenado frecuentemente con el plantel profesional, lo ayudó a potenciar habilidades importantes en aras de madurar profesionalmente, razón que le ha hecho agradecer las enseñanzas que ha adquirido por parte de sus compañeros, con quienes guarda una relación de mucha cercanía, entendiendo que se trata de un joven que apenas da sus primeros pasos. Nominalmente, fue parte del equipo que viajó a Barinas y obtuvo la segunda clasificación consecutiva la Copa CONMEBOL Sudamericana, aunque no vio acción. Debutar es el primer peldaño a escalar, para después subir sin detenerse, como ha sido en su etapa de formación.
“Me siento un privilegiado por haber podido firmar este contrato como profesional con el primer equipo en el cual jugué siendo solamente un niño y al cual regresé para este nuevo ciclo de mi vida. Aragua me abrió las puertas y el permitirme estar aquí, es un gran reto. De mi parte, daré todo lo mejor, para conseguir cosas importantes en cada compromiso que tengamos”, aseveró.
Acosta se expresa como ataca: con seguridad, cierta frialdad y algún toque de picardía. Lo que más claro tiene es el rol que ocupa y la importante de trabajar en demasía para ser tenido en cuenta. Para sus entrenadores solo tuvo palabras que denotan respeto, comprendiendo que dentro del fútbol impera la dinámica de lo impensado: unas veces estás arriba y en ocasiones, las cosas suelen ser distintas.
“Hay muchas personas quienes han estado a mi lado y siempre me han apoyado, así como también compañeros que me ayudaron muchísimo para poder cumplir este deseo tan importante. Con todos me las llevo excelente, pero destaco a Joiser Arias, Guillermo Fernández y Daniel Febles, de quienes he aprendido bastante. Son unos seres humanos excepcionales, además de grandes jugadores”, agregó el volante juvenil, con pasado en Academia Puerto Cabello.
Teniendo en cuenta el protagonismo asumido por los valores de nuevo cuño en el balompié criollo, al César habrá que darle lo que del Acosta sea. Él quiere demostrar que puede aportar mucho en zona de generación, habilitando de forma permanente a los arietes cuyo juego complemente, pero también pisando área rival con frecuencia, para hacer las veces de finalizador cuando la jugada así lo exija. Atrás quedaron algunas complicaciones físicas que entorpecieron la posibilidad de pisar el campo por vez primera uniformado con una escuadra que hace vida en la máxima categoría vinotinto, avizorando un largo camino por recorrer, lleno de emociones que marcarán ese transitar con cada presentación.