Prensa LVBP – El primer juego de la Gran Final entre Tiburones y Cardenales fue sereno: pocos hits, pocas carreras y un rápido desenlace. Demasiada tranquilidad. La respuesta natural del beisbol al presentarse casos como ese, es reescribir la historia con un tono completamente opuesto. El adagio no falló. Aunque, quizá, en esta oportunidad se fue a un indeseado extremo.
Un jonrón de dos carreras de Maikel García en la octava entrada rompió la paridad en la pizarra 8-8 y le dio una ventaja a La Guaira que nunca más perdió por el resto del compromiso, encendiendo no sólo un racimo de cuatro anotaciones, sino también una tángana que escaló a estratosféricos niveles y mantuvo detenido el encuentro alrededor de media hora.
Una vez regresó la tensa serenidad, el cardumen completó su rocambolesco triunfo 12-10 sobre los pájaros rojos, en un duelo en el que se conectaron 31 imparables combinados. Un cambio sustancial con relación a los nueve incogibles disparados apenas unas horas antes. De cualquier forma, en ambas tramas que tuvieron al Estadio Universitario como escenario, la escuadra del litoral resultó vencedora, para tomar ventaja 2-0 en la serie por el gallardete.
Luego de que Brayan Rocchio abriera el octavo episodio con sencillo frente a Silvino Bracho, García se aproximó al cajón de bateo con la frustración de haber fallado en sus tres primeros turnos de la velada. No obstante, empalmó lo que creyó identificar como un cambio de velocidad del relevista zuliano que se quedó colgado en el medio del plato, para desaparecer la bola por el jardín central.
“La clave fue no perder el enfoque. Sabía que en algún momento del juego me iba a llegar ese turno importante, y gracias a Dios pude sacarla de jonrón”, dijo García a Carlos Valmore Rodríguez para IVC Networks, tras el compromiso. “Ayer (el martes) no pudimos conectar muchos hits, pero si dimos los batazos oportunos. Hoy salimos más agresivos y nos dio resultado”.
El madero del grandeliga fue doble protagonista en cuestión de segundos. Tras despachar el cuadrangular, fue a parar cerca del dugout de Lara en el festejo, mientras García iniciaba discusiones con los contrarios que se extendieron desde que iba camino hacia la inicial, hasta llegar al plato. A partir de ese momento, se desató una reyerta de monumental dimensión.
“Me gritaban desde el dugout que estaba asustado. La verdad, yo siento que soy un pelotero que nació para estos momentos y lo he demostrado en esta liga. Me lo disfruté, porque uno no vive esto todos los días y los fanáticos me transmiten esa energía”, se justificó el jugador de cuadro. “No traté de provocar a nadie, sólo intenté conectar el batazo porque sabía que era un momento clave del juego. No intento ofender a ningún rival y sólo me dejé llevar”.
El cuadrangular de García despidió a Bracho y le dio paso a Diego Moreno, quien fue recibió un doble de Alcides Escobar y luego otro estacazo de Wilson García, que terminó marcando la diferencia, tras un intento de reacción de la visita en el noveno tramo con un par de rayitas.
“Estaba buscando un pitcheo del medio del home hacia adentro, y me lo tiraron. Todas las carreras valen e importan y eso es lo que nos va a ayudar a ganar los juegos”, mencionó Wilson a IVC Networks. “Yo quiero ser considerado como un bateador de contacto, no como uno que sólo la saca o se poncha. Trabajo cada día para eso, para mantener mi contacto y combinarlo con la fuerza”.
El pitcher ganador fue Arnaldo Hernández, quien ingresó al encuentro con el marcador igualado 8-8 y las bases llenas en el octavo acto. En esa apremiante situación se fajó con Odúbel Herrera, quien fue el mejor bateador de la noche por los larenses (sólo le faltó el doble para completar la escalera) y lo ponchó en un turno de poder a poder que se extendió a seis envíos.
“En ese inning sólo estuve pendiente de enfrentar a Herrera. No pensé en las bases llenas. Solamente tenía que sacar un out. Era la entrada más importante”, admitió a Víctor Boccone para Simpletv Hernández, quien en definitiva transitó un episodio y un tercio, con tres hits y dos carreras limpias. “Mi plan lo ejecuté en el octavo, porque ya en el noveno con la ventaja de cuatro me relajé. Sólo fui a buscar la zona para intentar que se hicieran out”.
La derrota recayó en Bracho, quien permitió tres carreras y dos jonrones en un episodio de labor.
La serie se mudará a Barquisimeto a partir del jueves. El único día de descanso será el viernes, para luego seguir el enfrentamiento el sábado, e hipotéticamente el domingo.